En el siglo XVIII, llegó a Chile un respetable matrimonio inglés. Se decía que eran muy reservados, pero aún así,  se murmuraba en aquel tiempo que descendían de una familia noble y que eran asiduos a la búsqueda espiritual,  razones que inevitablemente los guiaron a Chile. Vivieron 5 años en el Norte, luego 7 años en el sur, para quedarse finalmente en la Ciudad de Santiago, pues decían que en la capital se encontraba un gran tesoro.

 

Con ellos viajaba un duende llamado Thomas Greenhat, sabio consejero que disfrutaba de profundas conversaciones con sus dos amigos. Después que el matrimonio terminara sus quehaceres en esta existencia, Thomas siguió habitando la casona de Santiago donde vivió gratos e inolvidables momentos con sus aristocráticos amigos. Se especula que después de la muerte del matrimonio, Thomas se hizo invisible para los nuevos habitantes del lugar, aunque una vez una niña aseguró haber tenido una conversación con él en un perfecto castellano, y donde según ella, Mr. Thomas le habría dicho que se haría nuevamente visible sólo a quien fuera merecedor del tesoro de Chile, tesoro que sus convencidos y cultos amigos ingleses, habían descubierto y guardado con mucho celo.

 

¡¡VENDIDO!!